Fernando Barragán Cabanillas

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Faros
En este proyecto me centro en realizar una investigación sobre iluminación artificial en la ciudad de Granada durante la noche mediante fotografía callejera. A partir de esta investigación intetaré crear un retrato de la ciudad y sus habitantes evitando caer en clichés y anteponiendo mi forma de ver la noche. Quie-ro que en este trabajo se sienta la pesadez de la oscuridad frente a la luz artificial.

Reflexión del proyecto
Desde que comencé el grado de Bellas Artes en la universidad de Granada y tras cursar la asignatura de fotografía, he estado realizando rutas por la ciudad, siempre haciendo fotografía callejera diurna. Pero desde que participé en el curso fotográfico del Fex de Granada, me enamoré de los efectos de la ilumi-nación artificial y como cambia el aspecto de las personas. En este proyecto realizaré una investigación sobre la iluminación artificial de la ciudad durante la noche y crearé una recopilación de fotografías en las que la oscuridad tome protagonismo por la sensación de pesadez sobre los individuos que fotografío.

Quiero trabajar mediante la espontaneidad, realizando varias rutas durante la semana e ir encontrándome con diferentes lugares de la ciudad. Hay mu-chas calles por las que ya he transitado muchas veces, pero durante la noche su personalidad y apariencia cambian totalmente. No busco tanto documentar únicamente la nocturnidad de la ciudad, si no trabajar con sus diferentes ilumi-naciones y personas y crear espacios nuevos mediante la fotografía, en los que nos sea complicado distinguir el lugar donde se encuentra esa persona. Durante este proyecto no busco tanto al individuo en sí, si no una mezcla de arquitectu-ra, luz y personas que aparecen y desaparecen en la oscuridad guiados por las luces de la calle.

Durante la noche siento que se me hace más complicado fijarme en todo lo que pasa a mi alrededor, ya que busco lugares oscuros o que tengan una ilu-minación escasa, que me permitan crear situaciones surrealistas en las que, en ocasiones, únicamente una cara aparece en la oscuridad, o una persona se con-vierte en silueta. Busco crear la sensación de presencia o falta. Me interesa la idea de que en algunas fotografías no podamos ver definidamente a la persona y que únicamente podamos sentir su presencia o la señal de que en algún mo-mento alguien estuvo ahí. Para conseguir este tipo de sensaciones, me he valido de las ventanas o las vitrinas de las tiendas con cristales translúcidos. Me atrae la sensación de lo parcialmente oculto, lo siniestro, siluetas en las ventanas que no podemos distinguir y solo podemos imaginar que pueden estar haciendo. He querido que el proyecto adopte el nombre de “Faros”, por la sensación que me trasmiten las pequeñas luces que encontramos por la calle durante la noche y como estas son las que guían nuestros pasos, además de hacernos ver lo que se encuentra oculto.

He elegido que sean fotografías en blanco y negro porque de momento no me interesa la utilización del color en mi trabajo. Siento que el contraste de luz y oscuridad que busco es mucho más tajante con fotografía en blanco y negro, además de que me permite utilizar un ISO lo suficientemente alto para trabajar durante la noche sin temer a las aberraciones que se producen en el ruido de las fotografías a color, que para este trabajo no me interesan.
Mantengo una imposición personal que es intentar crear un diario sobre las rutas, y los pensamientos que surgen durante estas. En la mayoría de ocasiones escribo pensamientos recurrentes, o formas de conseguir mejores horarios, ya que por la noche durante la salida del trabajo, hay bastantes personas en la calle, pero esto va decayendo durante la noche sobre todo entre semana. Me he dado cuenta, que durante el día fotografiar en la calle no están violento como por la noche, ya que a estas horas, las personas están más atentas a los transeúntes de la calle y es más complicado pasar desapercibido. Pero en ningún momento intento esconder mis intenciones, no escondo la cámara o salgo rápido de una escena, eso también ayuda a no crear situaciones incómodas, porque la gente no tiene por qué sentirse violentada si tu actúas con naturalidad y no como si algo malo estuvieras haciendo.

 

 

 

 

MªAngustias Murillo Rodríguez

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IG- @agnus_irae

Estudios:
2010-2014 IES DRAGO -Estudios secundarios Cádiz
2017-2018 Escuela de arte de Cádiz-Bachillerato
2019-Actual Universidad de Bellas Artes, Alonso Cano Granada-Grado
Participación:
2022-Exposición “La chana. El paraíso del otro” con la obra foto libro Los años perdidos. Centro de exposición Facultad de Bellas Artes de Granada.
2023- Portada en el calendario solidario “Mírame” asociación en apoyo a familias y personas con Transtornos del espectro autista de Granada.
2023-Participante del curso Atrapando al actor organizado por La madraza.
2023- Colaboración en la revista digital independiente inglesa “Immemory magazine” con el proyecto fotográfico Inconducta: La técnica del hambre.

Biografía:
Angus Murillo (b. 1998) soy una estudiante gaditana de Bellas Artes en la universidad de Granada. La fotografía y la escritura están íntimamente ligadas a mis obras. Mi trabajo es una interpretación autobiográfica de mis experiencias vitales y como la fotografía me ha ido acompañando a medida que iba creciendo como artista. Estoy influenciada por el situacionismo francés por la manera de reinterpretar las imágenes entre lo estético y lo político. Creando un diálogo entre el fracaso artístico con la propia obra o esa idea inalcanzable de conseguir lo que uno espera. Líricamente hablando la generación beat a través de su lenguaje vulgar y burdo me ha inspirado a crear una poesía visual violenta repleta de realidad y posicionarme de una forma crítica dentro del mundo del arte. Grandes inspiraciones han sido Antoine D´agata, Lorena Morin, Laia Abril entre otros.

Inconducta.
Este proyecto es una recopilación de autorepresentaciones. El retrato como herramienta de identificarme con los sentimientos o las situaciones del momento. Convertir aquello que vivo en mi excusa para crear una línea de trabajo emocional y poética. Inconducta hace referencia a un mal comportamiento, un trabajo fuera de la norma con una estética marginal. Tengo como objetivo llevar el autoretrato un paso más allá, entender mis circunstancias y sacar algo noble de ellas. Una serie de 22 imágenes que constan de diferentes posibilidades a través de la fotografía química y digital. Una conjunción de dípticos, radiografía, dobles exposiciones y fallos azarosos. El errar fotográfico convirtiéndose en una posibilidad transcendental como experimental.
Las heridas del pasado se camuflan a través del paso del tiempo. Uno siempre está en continuo cambio, físico o emocional. Basta con analizarse para saber que ya no es el mismo. Mi gesto ha cambiado y mi conducta también. Es inevitable encontrarte en los ojos de los demás . Cojo mi cámara, estoy nerviosa siempre con esa sensación estúpida pero constante de estar fracasando. La fotografía en sí es aceptar el fracaso. Me enciendo un cigarro y actúo. Enfoco los ojos de mi compañía, enfoco las luces y las sombras del paisaje en soledad.
¿Acaso no soy yo todo ese conjunto de sensibilidades? Me identifico con la salvaje vulgaridad de los días, con la poesía que esconden los adoquines rotos, con los rostros amigos pero lejanos, con la belleza callada por miedo a molestar. Dar vida, aportar movimiento a aquellos fantasmas inertes que parecen siempre acompañar las imágenes o la vida. Inconducta es no seguir la norma, el que no se conforma con sobrevivir. El que se abre en la intimidad de la noche y te muestra la extraña hazaña del artista en un desnudo.

 

Entrega de premios