La presentación del fotolibro de Gloria Oyarzabal plantea entender el fotolibro como una labor de investigación, pero también de autoconocimiento hacia nuestra posición en el mundo, respecto a otras latitudes.

Para contextualizar, Gloria nos cuenta su traslado a Mali, donde ella empieza a interesarse por el pasado colonial de estos territorios y acercarse a la evolución y adherencia que estos acontecimientos han tenido en sus sociedades. Especialmente en las mujeres. Entre otras cosas, la investigación de Oyarzabal se basa en destruir la idea romántica y del colonialismo como una forma de avance para las sociedades africanas. Al contrario, basándose en su labor de investigación y de archivo, vemos lo realmente característico de este momento. La explotación de recursos por parte de Europa, y en particular por Bélgica, así como el aniquilamiento y violación de derechos humanos, sobre todo con la mal conocida práctica de amputar miembros a los trabajadores de cualquier edad.

Otro de los ámbitos que aborda el marco teórico del trabajo de Oyarzabal es la creación de este imaginario sobre Mali. Hasta el nivel de conformar parte de la autopercepción de la propia población.

Es a partir de los procesos de independencia y del personaje Patrice Lumumba que Gloria Oyarzabal va a crear a su personaje. Basado en Moisé Tshombe, el captor de Lumumba.

La vida de Tshombe materializa la imagen del «africano traidor». Puesto que fue el asesino de uno de sus libertadores y además fue acogido y defendido en Europa. En particular por la dictadura franquista. Por otra parte, una vez que su acogida era innecesaria, se articulaba todo un sistema de descrédito a través de los medios de comunicación.

Esta historia es la que Oyarzabal se hace eco para que podamos entender el constante mantenimiento de la supremacía occidental. Este proyecto se articula de manera expandida, a lo largo de años. Y será la propia experiencia vital de Gloria la que cree el índice de su publicación. Cuatro capítulos que se articulan desde el estado de la cuestión a las consecuencias más cercanas que podemos percibir de todos estos acontecimientos de la historia del colonialismo. Su nombre es Pignos Tshombé.

Posteriormente, Oyarzabal nos da una visión de todos los proyectos que ha hecho sobre diferentes problemáticas, pero siempre relacionadas con la crítica colonial y la crítica feminista de fondo, como el proyecto Susana y los Viejos o el proyecto Elmina Strategy.

Es en  Woman go, no gree, cuando Oyarzabal materializa todo el interés transversal que ha tenido por la descolonización de África y a la vez, analizar hasta dónde ha llegado este proceso colonial, que no sería sólo geopolítico sino también evidentemente cultural. A través del análisis de varios textos enfocados a temas como la negritud, la belleza y la historicidad de África, Oyarzabal va compartiendo en el libro imágenes que dan una visión de las mujeres africanas como estereotipos frente a la realidad occidental establecida como verdad única.